Tengo muchas ganas que el Reiki pueda estar al alcance de todos y llegar a ser conocido y utilizado por la mayor cantidad de personas posibles.
Reiki es un sistema de canalización de energía que produce un profundo estado de relajación, que puede aliviar el estrés, aumentando las defensas del cuerpo, aplacando estados de depresión y de cansancio, potenciando el proceso natural de curación del ser humano. Reiki trabaja en todos los niveles: físico, mental, emocional y espiritual. Sus beneficios son innumerables.
Todo el que recibe un tratamiento de Reiki se beneficia de una manera u otra, además es compatible y complementa cualquier tratamiento médico, sus efectos benéficos se perciben a partir de la primera sesión, produciendo cambios beneficiosos a largo plazo.
Una sesión de Reiki se puede aplicar a cualquier persona: bebes, niños, embarazadas, adultos, etc. La persona puede estar sentada o recostada, cubierta con una manta si fuese necesario. Se posicionan las manos suavemente en todo el cuerpo, empezando por la cabeza y terminando por los pies. Cada posición de las manos es mantenida durante uno minutos sobre los chakras o centros energéticos principales. El paciente siempre está vestido, y las posiciones de las manos son siempre en zonas que no infringen la intimidad de la persona. Se acompaña la sesión con música relajante, incienso y velas.
Durante el tratamiento, en general, se siente una relajación profunda, en las zonas donde se aplica Reiki (donde suelen estar las manos) se puede sentir una agradable sensación de calor.
Sea cual sea la dolencia, el efecto general de Reiki crea una sensación de paz y tranquilidad. Las personas se sienten en condiciones para afrontar la vida y sus desafíos. Aumenta la energía y el ánimo, otorgando un punto de vista más positivo sobre la vida.
